Un viaje para Expo Dopamina
Hace un par de semanas, recibí una invitación de Claudia, de Up Print. En ocasiones anteriores ya me había extendido esta invitación para participar en sus muestras, pero en esta oportunidad decidí aceptar y asumir el desafío. Más allá de simplemente responder al llamado, me comprometí a crear una obra diseñada específicamente para el concepto que propusieron: Dopamina.
Boceto Digital
La reflexión sobre este tema surgió de inmediato. Partí del concepto de dopamina como la hormona asociada con la felicidad, fundamental en la regulación de movimientos, el aprendizaje, los estados de ánimo y la memoria. Este concepto me llevó a leer un articulo sobre el trabajo del neurocientífico Wolfram Schultz, quien demostró cómo la dopamina se activa no solo ante estímulos placenteros, sino también en relación con la expectativa de recompensa. Su investigación resalta la importancia de esta molécula en nuestra forma de aprender, de buscar el placer y de construir hábitos a lo largo de nuestra vida.
Re-delineado, de bocetos
Desde esta perspectiva, comencé a preguntarme qué estímulos han contribuido a activar mi dopamina y cómo han moldeado mi proceso creativo. Este análisis me condujo a explorar mis propias experiencias, aquellas que han estado presentes desde mi infancia y que me conectan con espacios de ensoñación donde la creatividad fluye con naturalidad.
Ilustración Scaneada.
El resultado fue un viaje introspectivo cargado de simbolismos y conceptos, un proceso que refleja las conexiones que nos definen como individuos: nuestras raíces culturales, nuestra historia y esa búsqueda constante de conocimiento que despierta el placer y la curiosidad.
Vectorizando en Illustrator.
Para materializar mi visión, llevé a cabo una exhaustiva recopilación de referencias que abarcaban desde elementos históricos, como el astronauta de Palenque, hasta íconos culturales contemporáneos, como Hello Kitty. Con estas influencias construí un collage conceptual que tradujera mis ideas en formas visuales. El proceso comenzó con bocetos realizados tanto a mano como digitalmente, un ejercicio de reinterpretación y perfeccionamiento que buscaba plasmar mi visión con precisión.
Vectorizado sin valores de linea.
El siguiente paso fue vectorizar mis diseños, un proceso al que dediqué más de 12 días consecutivos, trabajando varias horas al día. Este tiempo representó un compromiso absoluto, no solo técnico, sino también emocional. Me permitió conectar profundamente con la obra y el concepto que estaba desarrollando. Cada línea vectorizada se convirtió en un vínculo entre la idea y su materialización, consolidando el discurso visual de la pieza. Posteriormente, pasé a la etapa de coloreado digital, empleando diversas técnicas que añadieron profundidad y carácter.
Dando Volumen y Color.
El resultado final es una obra única que, a través de sus formas y colores, busca expresar mi historia creativa. Más allá de su dimensión artística, esta pieza refleja el vínculo entre ciencia y arte, entre la búsqueda intelectual y la emocional, representando así ese viaje universal hacia los estados placenteros que la dopamina simboliza.
Visualización en Baja resolución de la Obra.